Montesquieu

Charles Louis de Secondat, Señor de la Brède y Barón de Montesquieu (Castillo de la Brède, 1689-París, 1755), fue un cronista y pensador político francés, cuya obra se desarrolla en el contexto del movimiento intelectual y cultural conocido como la Ilustración.

Fue uno de los filósofos y ensayistas ilustrados más relevantes, en especial por la articulación de la teoría de la separación de poderes: “En cada Estado hay tres clases de poderes: Por el legislativo, el príncipe o el magistrado hace las leyes para cierto tiempo o para siempre, y corrige o deroga las que están hechas. Por el ejecutivo, hace la paz o la guerra, envía o recibe embajadores, establece la seguridad y previene las invasiones y por el judicial, castiga los crímenes o decide las contiendas de los particulares.”

Esta separación se da por descontada en los debates modernos sobre los gobiernos y ha sido introducida en muchas constituciones en todo el mundo.

Su pensamiento debe ser enmarcado dentro del espíritu crítico de la Ilustración francesa, patente en rasgos como la tolerancia religiosa, la aspiración de libertad y su concepto de la felicidad en el sentido cívico, si bien se desmarcará de otros autores de la época por su búsqueda de un conocimiento más concreto y empírico en oposición a la abstracción y método deductivo dominantes. Podemos decir que como difusor de la Constitución inglesa y teórico de la separación de poderes se encuentra muy cercano al pensamiento de Locke, en tanto que como autor de las Cartas persas podría situarse próximo a Saint-Simon. Sin embargo, el pensamiento del señor de La Brède es complejo y tiene esa personalidad propia que le convierte en uno de los pensadores más influyentes en el seno de la historia de las doctrinas políticas.

Biografía y obras
Hijo de Jacques de Secondat y Marie-Francoise de Pesnel, su familia pertenecía a la llamada nobleza de toga. Estudió en la Escuela católica de Juilly y la carrera de Derecho siguiendo la tradición familiar, primero en la Universidad de Burdeos y más tarde en París, entrando en contacto con los intelectuales de la capital francesa. En 1714, tras la muerte del padre, volvió a La Brède donde ingresó como consejero en el Parlamento de Burdeos. Pasó a vivir bajo la protección de su tío, el barón de Montesquieu y en 1715 contrajo matrimonio con Jeanne Lartigue, una protestante que le aportó una importante dote cuando él contaba con 26 años. Al año siguiente, heredó una fortuna a causa del fallecimiento de su tío, como también el título de barón de Montesquieu y Président à Mortier en el Parlamento de Burdeos.

Para esta época, Inglaterra se había auto proclamado una monarquía constitucional a consecuencia de su Revolución Gloriosa (1688-1689), y se había unido con Escocia en la Unión de 1707 para formar el Reino de Gran Bretaña. En 1715 fallece Luis XIV que había reinado por mucho tiempo y es sucedido por Luis XV que contaba con 5 años de edad. Estas transformaciones nacionales causaron un gran impacto en Montesquieu; él se referirá a las mismas en forma repetida en sus escritos.

En 1721 publicó Lettres persanes (Cartas persas, 1721), una sátira basada en la correspondencia imaginaria entre un visitante persa de paseo por París, que hace notar los absurdos de la sociedad contemporánea en el marco de la regencia de Luis XV. Por esta obra Montesquieu ganó reconocimiento literario y en 1727 ingresó en la Academia Francesa. Dos años más tarde se trasladó a Inglaterra siendo elegido miembro de la Royal Society. Sus tres años en Inglaterra resultaron cruciales para su desarrollo intelectual.

Publicó luego Considérations sur les causes de la grandeur des Romains et de leur décadence (Consideraciones sobre las causas de la grandeza y decadencia de los romanos, 1734), donde afirma que cada evento histórico fue inspirado por un evento, un movimiento, en especial: “Si una causa en particular, tal como el resultado accidental de una batalla, ha arruinado a un estado, entonces existió una causa general que fue la que determinó la caída de dicho estado como consecuencia de una sola batalla”. Montesquieu ejemplificaba este principio con situaciones de la historia de Roma.

De l’Esprit des Loix (El espíritu de las leyes), considerada su obra maestra, fue originalmente publicada en forma anónima en Ginebra, en 1748, después de catorce años de trabajo y rápidamente se elevó a una posición de gran influencia. En Francia, tuvo una recepción fría tanto de los que apoyaban como los que estaban en contra del régimen. La Iglesia católica prohibió l’Esprit  —junto con muchos de los escritos de Montesquieu— en 1751 y lo incluyó en el Index Librorum Prohibitorum. Sin embargo, recibió los mayores elogios del resto de Europa, especialmente de Gran Bretaña, ya que en sus páginas manifiesta admiración por las instituciones políticas inglesas y afirma que la ley es lo más importante del Estado.

Montesquieu también era tenido en alta estima en las colonias británicas en América como un campeón de la libertad (aunque no de la independencia Norteamericana). Luego de la Revolución estadounidense, las obras de Montesquieu continuaron ejerciendo una poderosa influencia en muchos de los pensadores y fundadores de los Estados Unidos, particularmente en James Madison de Virginia, uno de los padres de la Constitución. La filosofía de Montesquieu en el sentido que “debe establecerse un gobierno de forma tal que ningún hombre tenga miedo de otro” fueron un recordatorio para Madison y otros que un cimiento libre y estable para su nuevo gobierno nacional requería de poderes separados claramente definidos y balanceados.

Los puntos en que los diferentes autores insisten al señalar la aportación original de Montesquieu al estudio científico de las sociedades humanas son dos:

  • Haber acometido la tarea científica de describir la realidad social según un método analítico y “positivo” que no se detiene en la pura descripción empirista de hechos, sino que intenta organizar la multiplicidad de datos de la realidad social en un reducido número de tipos.
  • Dar una “respuesta sociológica” a la aparente diversidad de los hechos sociales, bajo el supuesto de que existe un orden o causalidad de estos hechos susceptible de una interpretación racional.

Como miembro de la Academia de Ciencias de Burdeos, Montesquieu presentó además varios estudios sobre las glándulas suprarrenales, la gravedad y el eco. Su función de magistrado le aburrió, por lo que terminó vendiendo el cargo y dedicándose a viajar por Europa observando costumbres e instituciones de los diferentes países, además de trabajar en varias obras adicionales sobre sociedad y política.

Debido a una severa reducción de su vista, al momento de su fallecimiento en 1755, en París, estaba completamente ciego.