La ecología emocional es el arte de la sostenibilidad emocional, que nos invita a tomar conciencia de que formamos parte de un ecosistema humano y natural, en el cual todos somos piezas importantes y que influimos en el conjunto.
La ecología emocional es el arte de transformar y dirigir nuestra energía de manera que tenga un impacto que mejore nuestro crecimiento personal, la calidad de nuestras relaciones y un mejor cuidado de nuestro mundo.
Nuestras acciones y nuestra pasividad tienen un impacto en el clima emocional global, haciendo que aumente el desequilibrio, el sufrimiento, la enfermedad y la destructividad, o el equilibrio, la armonía, el bienestar y la creatividad.
Somos responsables de la persona que somos y co-responsables del mundo que tenemos. Apostar por la sostenibilidad emocional es ser inteligente. Hay que reducir el nivel de tóxicos que emanamos, reutilizar y reciclar capacidades y habilidades adormecidas, y reparar heridas para conseguir la armonía. Para tener una vida emocionalmente sostenible es necesario trabajar las tres ‘R’:
– Reducir los contaminantes emocionales
– Reciclar recursos y emociones
– Recuperar la armonía
La ecología emocional ofrece por lo tanto un paralelismo creativo entre la gestión medioambiental y la forma de entender y gestionar las emociones. Hay dos valores claves: la responsabilidad y la conciencia del impacto emocional global. Todo lo que hacemos y todo lo que dejamos por hacer tiene consecuencias dentro del ecosistema humano.
Mercè Conangla y Jaume Soler, destacados profesionales dentro del área del autoconocimiento y de la psicología personal, son los creadores del concepto de Ecología Emocional y las personas que lideran el Instituto de Ecología Emocional que lo desarrolla y aplica.
Conceptos relacionados
Código ético de la ecología emocional
Dado que la ecología emocional nace con voluntad de aplicarse, y trata con contenidos emocionales delicados y sensibles, es preciso que beba de unas fuentes éticas que garanticen la máxima seriedad y respeto a las personas.
Estos son los principios que la nutren:
- Principio de unicidad
- Principio de realidad
- Principio de libertad
- Principio de responsabilidad
- Principio de respeto
- Principio de prevención
- Principio de sostenibilidad
- Principio de crecimiento paralelo
- Principio de coherencia
- Principio de acción
- Principio de conservación
Las leyes de la ecología emocional
- Ley de la diversidad y riqueza de afectos:
La vida natural depende de su diversidad y riqueza. (Todos los afectos son necesarios.) - Ley de la interdependencia afectiva:
Toda las formas de vida dependen entre sí. (Somos sistemas de energía abiertos y nadie es emocionalmente autosuficiente. Todo lo bueno que hacemos tiene un impacto positivo en el Universo, lo desadaptativo perjudica a todos) - Ley de la gestión ecológica de los recursos afectivos:
Todos los seres vivos y todos los recursos son limitados. (Hay que hacer una buena gestión de los afectos. Su mala gestión puede acabar agotándonos y destruyéndonos).
Las 7 leyes de la gestión ecológica de las relaciones:
- Ley de la autonomía: Ayúdate a ti mismo y los demás te ayudarán.
- Ley de la prevención de dependencias: No hagas por los demás aquello que ellos pueden hacer por sí mismos.
- Ley del boomerang: Todo lo que haces a los demás, también te lo haces a ti mismo.
- Ley del reconocimiento de la individualidad y la diferencia: No hagas a los demás aquello que quieres para ti, pueden tener gustos diferentes.
- Ley de la moralidad natural: No hagas a los demás aquello que no quieres que te hagan a ti.
- Ley de la autoaplicación previa: No podrás hacer ni dar a los demás aquello que no eres capaz de hacer ni darte a ti mismo.
- Ley de la limpieza relacional: Tenemos el deber de hacer limpieza de las relaciones que son ficticias, insanas y que no nos permiten crecer como personas.